En la jornada de semifinales del Chengdu Open 2025, el chileno Alejandro Tabilo demostró que la palabra "calificador" no implica debilidad. Con un juego sólido y una mentalidad de acero, superó al cuarto sembrado, Brandon Nakashima, con un marcador de 6‑4, 7‑6 (0) en apenas una hora y 36 minutos.
Una racha de victorias contra favoritos
Desde el primer día, Tabilo se ha negado a conformarse con el papel de mero participante. Tras sortear la clasificación, se plantó frente a oponentes con mejor ranking y, sin titubear, los dejó atrás. En cuartos de final, eliminó a un jugador del top 50 y, en semifinales, hizo lo que pocos esperaban: quebró el ritmo de Nakashima, que había mostrado un tenis de alto nivel durante el torneo.
El primer set se resolvió con un 6‑4 que dejó claro que el chileno estaba cómodo en la pista. En el segundo, el equilibrio se mantuvo hasta el tiebreak, donde Tabilo no concedió ni una gota de presión: ganó 7‑0 y cerró el encuentro con autoridad.
Una recuperación que desafía las estadísticas
Este avance adquiere un matiz especial porque la temporada 2025 ha sido una montaña rusa para Tabilo. Lesiones en la espalda y en la muñeca le obligaron a retirarse de varios torneos y a bajar de su posición en el ranking, que hoy se sitúa en el puesto 112 del mundo.
Sin embargo, la constancia en los entrenamientos y la confianza de su cuerpo se tradujeron en una serie de resultados que reescriben su hoja de vida. Cada victoria contra un jugador sembrado ha sido un mensaje para la ATP: el chileno está de vuelta y no piensa quedarse en los carriles de salida.
La final del Chengdu Open lo enfrentará al número uno del torneo, Lorenzo Musetti, quien ya vive la experiencia de una final consecutiva en la ciudad china. Musetti, con un juego versátil y potente, será sin duda el rival más duro del camino, pero Tabilo ha demostrado que bajo presión sabe mantener la calma.
Los aficionados del tenis ya hacen sus apuestas y la expectativa crece en la arena de Chengdu. Con la combinación de una racha de confianza, un juego de servicio efectivo y una mentalidad de guerrero, el chileno tiene todas las cartas para crear una sorpresa histórica en la final.
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