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La soledad y la tecnología: una nueva relación en Chile

Basta con mirar alrededor: cada vez más personas sienten que les falta alguien con quien hablar, y la soledad se convierte en un problema tangible. Ahora, según reveló una reciente encuesta de Cadem, el 25% de los chilenos considera viable charlar con una inteligencia artificial para aliviar este malestar. Ya no se trata solo de llamar a un amigo o reunirse en una cafetería; la tecnología irrumpe como opción para quienes no encuentran compañía humana en su día a día.

La encuesta de Cadem, conocida por tomarle el pulso a la opinión pública chilena, da cuenta de un fenómeno global: el aislamiento social va en aumento y la inteligencia artificial entra en escena como solución emocional. Aunque el estudio no profundiza en la edad, género o nivel socioeconómico de quienes más recurren a estas herramientas, otros sondeos internacionales constatan que jóvenes y adultos sin redes de apoyo son los principales usuarios de chats y asistentes virtuales para enfrentar la soledad.

La inteligencia artificial como soporte emocional: ¿más allá del miedo?

La inteligencia artificial como soporte emocional: ¿más allá del miedo?

Antes, la IA solo se asociaba a robots o máquinas impersonales. Hoy, programas como ChatGPT, Replika y otros asistentes virtuales ya pueden simular una conversación real, preguntar cómo fue el día o dar algún consejo simple. Para algunos, este tipo de interacción puede sonar fría o incluso extraña, pero el estudio de Cadem muestra que cada vez son más los que ven un valor en tener alguien, aunque sea digital, disponible las 24 horas para escucharles.

De hecho, esta tendencia se observa también en países como Japón, Reino Unido o Estados Unidos, donde la falta de contacto social ha impulsado apps diseñadas para acompañar a quienes se sienten solos. Psicólogos nacionales advierten que, aunque la IA no reemplaza los lazos reales, sí puede ser un primer paso para quienes no se atreven a pedir ayuda o están atravesando momentos de aislamiento severo.

  • Amigos virtuales con respuestas personalizadas.
  • Aplicaciones que controlan el ánimo y ofrecen sugerencias para el bienestar emocional.
  • Comunidades digitales que conectan a usuarios a través de intereses compartidos.

Mientras tanto, algunos expertos en tecnología insisten en que la clave está en el equilibrio: la inteligencia artificial puede ayudar, pero no debería desplazar del todo la interacción humana. Incluso en medio de la hiperconexión digital, el contacto cara a cara sigue siendo insustituible.

No es un secreto que para muchas personas, especialmente en grandes ciudades, encontrar tiempo para cultivar amistades o relaciones cercanas resulta difícil. Ante ese escenario, la popularidad de las conversaciones con IA no sorprende. La encuesta de Cadem pone sobre la mesa una discusión urgente: hasta qué punto las máquinas pueden o deben ocupar un espacio en la vida emocional de los chilenos.

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