Gianfranco Dazzarola y el temblor en el área de prensa de Mega
Nadie esperaba un movimiento de esta escala en Mega, pero el 3 de junio se confirmó lo que ya era un rumor insistentemente: el canal decidió despedir a Gianfranco Dazzarola, quien llevaba la batuta como Director de Prensa desde 2022. No fue un despido aislado, sino parte de una ola de salidas que sacudió la redacción y que parece mostrar que los tiempos de cambios y dudas todavía no terminan en la señal de Vicuña Mackenna.
El ejecutivo llegó en un periodo ya complicado para Mega, tomando el timón tras varios intentos fallidos de rearmar el área de contenidos con apuestas que no prendieron en la audiencia. Uno de los episodios más comentados fue la propuesta —de alto riesgo— de reconfigurar los programas 'Meganoticias Prime' y el matinal 'Mucho Gusto'. El plan incluía, supuestamente, reposicionar a dos de los periodistas más conocidos del canal: José Antonio Neme y Rodrigo Sepúlveda. Sin embargo, los cambios nunca llegaron a materializarse, y de hecho, esas ideas provocaron tensiones internas e incertidumbre entre los equipos, que empezaban a preguntarse quién tenía realmente el control del canal.
La llegada de Patricio Hernández en la dirección ejecutiva terminó por sacudir las aguas. La nueva gestión decidió tomar cartas en el asunto y, apenas semanas después de su arribo, reestructuró de forma profunda el departamento de prensa. Dazzarola, quien hasta ese momento era considerado clave para el rumbo editorial, se vio obligado a abandonar el cargo.
Despidos en cadena y señales de alerta para Mega
Dazzarola no salió solo. Esa misma jornada, la guillotina también cayó sobre cuatro figuras del área: Francisco Navarrete —jefe de contenidos de MegaDeportes—, Estebal Leal —subeditor del área deportiva—, y las periodistas Belén Arellano y Javiera Stuardo, ambas del equipo de MegaMedia. Arellano, de hecho, había sido una apuesta de alto perfil, ya que venía de TVN y su arribo había traído expectativas sobre una posible renovación en la línea informativa deportiva y general. Pero su estadía fue, finalmente, muy breve.
Este paquete de despidos no puede leerse solo como una consecuencia de números o audiencias. En la interna del canal, la sensación es que la inestabilidad se está transformando en la norma. Tras cada sacudida ejecutiva —y van varias en el último tiempo— los equipos se ven forzados a adaptarse y, muchas veces, a recomenzar desde cero proyectos o estilos que no han alcanzado el respaldo esperado en el directorio.
La señal enfrenta hoy uno de los momentos más críticos de su área informativa. Desde la conducción directiva hasta la redacción, las preguntas son recurrentes: ¿quién será el próximo en salir?, ¿qué rumbo tomará la prensa de Mega tras la salida de quienes, hasta hace poco, lideraban la estrategia editorial? Lo cierto es que la presión es alta, y la nueva administración no ha dudado en tomar decisiones drásticas para encontrar la fórmula que permita a Mega recuperar terreno perdido y competir de igual a igual en un escenario televisivo cada vez más impredecible.
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