El Rodrigo Paz Pereira, candidato del Partido Demócrata Cristiano, fue proclamado ganador de la segunda vuelta presidencial el domingo 19 de octubre de 2025 con el 54,53 % de los votos válidos, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE). La cifra se calcula con más del 97 % de las actas procesadas, lo que convierte a esta contienda en la primera balotaje de la historia boliviana y marca el fin de dos décadas de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS).
Contexto histórico y antecedentes
Para entender el impacto de este resultado, hay que retroceder al 2005, cuando Evo Morales, entonces líder del MAS, ganó la presidencia y desencadenó una era de políticas marcadas por la nacionalización de hidrocarburos y una agenda indígena que, si bien consolidó su base, también profundizó la polarización. Tras la crisis de 2019 y la renuncia de Morales, Luis Arce volvió al poder en 2020, pero la década siguiente estuvo ella marcada por protestas, conflictos territoriales y una constante disputa entre la izquierda y las fuerzas centristas/opositoras.
En este escenario, la Constitución de 2009 introdujo la segunda vuelta como mecanismo de garantía democrática: si ningún candidato supera el 50 % de los votos válidos, o alcanza al menos el 40 % con una ventaja de diez puntos, se repite la contienda entre los dos primeros. Hasta 2025, esa regla nunca se había activado.
Resultados de la segunda vuelta y reacción
El anuncio, hecho por el presidente en funciones del TSE, Óscar Hassenteufel, describió una "tendencia irreversible" y señaló que los votos válidos sumaron el 94,56 %, con un 0,75 % de blancos y 4,69 % de nulos. La diferencia entre el ganador y el segundo candidato, el exmandatario conservador Jorge "Tuto" Quiroga, fue de más de 13 puntos, lo que elimina cualquier duda sobre la legitimidad del mandato.
"El ejercicio del voto está por encima de la guerra sucia que ha marcado la campaña", declaró Paz Pereira en su último acto de campaña en Tarija, su bastión político. La frase resonó entre los votantes cansados de los ataques personales y la retórica polarizada que había caracterizado la primera ronda.
Por su parte, Quiroga, quien había gobernado de 2001 a 2002, respondió en una entrevista con CNN: "Bolivia ya no será lo que llamó un santuario para los narcotraficantes" y subrayó que su campaña se centró en "propuestas y no en calumnias". La respuesta fue recibida con escepticismo por observadores internacionales, que alertaron sobre la necesidad de consolidar la institucionalidad.
El expresidente Evo Morales, como voz emblemática del MAS, manifestó que "ninguno de los candidatos representa al pueblo" pero añadió que "el primer perdedor de estas elecciones son los racistas y los que odian a la gente humilde". La declaración, aunque críptica, dejó entrever una postura de resistencia que mantendrá viva la militancia de base del MAS.
Perfil y trayectoria de Rodrigo Paz Pereira
Nacido el 22 de septiembre de 1967 en España, durante el exilio de su padre, el expresidente Jaime Paz Zamora, Rodrigo Paz Pereira ostenta la doble nacionalidad española‑boliviana. Se licenció en la American University y debutó en la política bajo el gobierno de Hugo Banzer, desempeñando cargos diplomáticos que le dieron una visión internacional temprana.
Su carrera parlamentaria empezó en 2002, cuando fue electo diputado por el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), heredado de su padre, y mantuvo el escaño hasta 2010. Tras la disolución del MIR, trasladó su foco a la esfera local en Tarija: presidente del Consejo Municipal (2010‑2015) y alcalde (2015‑2020). En 2020, la Comunidad Ciudadana lo incluyó en la lista senatorial, donde sirvió hasta el triunfo de 2025.
Su fórmula presidencial incluyó al exoficial de policía Edmand Lara como vicepresidente, una combinación pensada para equilibrar la experiencia institucional con una imagen de seguridad y orden.
Durante la campaña, Paz se presentó como un gestor pragmático, prometiendo impulsar la explotación responsable del gas natural y el litio, sectores en los que Bolivia tiene reservas estratégicas. «Mi compromiso es unir a un país cansado de la polarización», afirmó en una rueda de prensa en La Paz, subrayando la necesidad de una política económica que favorezca tanto a la industria como a los pequeños productores.

Reacciones de los principales actores
El sector empresarial recibió la noticia con cautela optimista. La Confederación de Empresarios de Bolivia (CEB) emitió un comunicado en el que resaltó la "oportunidad de estabilidad macroeconómica" y pidió al nuevo gobierno "claridad en la política fiscal".
En el ámbito internacional, la Organización de los Estados Americanos (OEA) felicitó a Paz y recordó la importancia de respetar los derechos humanos y la libertad de prensa. "Bolivia ha demostrado que la democracia puede superar divisiones profundas", señaló la representante de la OEA en La Paz.
Los movimientos sociales, sin embargo, mantuvieron la guardia alta. La Coordinadora de Mujeres Indígenas de Bolivia denunció la ausencia de representantes de los pueblos originarios en la fórmula electoral y pidió que el nuevo mandatario "garantice la participación efectiva de las comunidades en la gestión de los recursos naturales".
Finalmente, el propio Jaime Paz Zamora, acompañado por su hijo, votó en el municipio vecino de Tarija y, al salir de la urna, comentó: "Es un día histórico, pero también un día de responsabilidad".
Desafíos y perspectivas para el nuevo gobierno
La asunción, programada para el 8 de noviembre de 2025 en el Palacio Quemado de La Paz, no será sencilla. El país enfrenta una deuda externa que supera los 8.000 millones de dólares, una inflación que rondó el 7,4 % en el último trimestre y una brecha de ingresos entre la región altiplánica y el oriente del país.
En el plano político, el desafío será consolidar una mayoría estable en la Asamblea Legislativa. El MAS, aunque sin representación en la segunda vuelta, sigue controlando una parte importante del Congreso y posee una base popular que podría traducirse en protestas o bloqueos.
En cuanto a los recursos estratégicos, la explotación del litio en el Salar de Uyuni y del gas natural en el departamento de Tarija son piezas clave. Paz prometió una política de asociación público‑privada que atraiga inversión extranjera, pero sin sacrificar la soberanía nacional. "Queremos que el litio sea una fuente de desarrollo para todos los bolivianos, no solo para unos pocos", afirmó en su discurso de victoria.
Los analistas coinciden en que la capacidad del nuevo presidente para negociar tanto con socios internacionales como con actores internos determinará la estabilidad de los próximos cuatro años. La sombra de la polarización sigue latente, pero el hecho de que la segunda vuelta haya sido aceptada por la mayoría indica un anhelo colectivo por la calma política.
Preguntas frecuentes
¿Cómo afectará el nuevo gobierno a la industria del litio?
Paz Pereira anunció una estrategia de asociación público‑privada que busca atraer inversión extranjera manteniendo la propiedad del Estado sobre los recursos. Se espera que los contratos incluyan cláusulas de transferencia tecnológica y desarrollo de infraestructura local, lo que podría generar empleo y aumentar los ingresos fiscales.
¿Qué papel jugará el MAS en la nueva legislatura?
Aunque el MAS no llegó a la segunda vuelta, conserva una significativa representación en la Asamblea. Probablemente ejercerá presión en temas de reforma agraria y derechos indígenas, obligando al nuevo gobierno a negociar acuerdos para aprobar leyes clave.
¿Cuándo tomará posesión oficialmente Rodrigo Paz?
La ceremonia de juramento está prevista para el 8 de noviembre de 2025 en el Palacio Quemado de La Paz, según la normativa electoral boliviana.
¿Qué impacto tendrá la victoria en la relación con Estados Unidos?
Washington ha mostrado interés en los depósitos de litio de Bolivia. La postura pro‑inversión de Paz podría facilitar diálogos más constructivos y potenciales acuerdos comerciales que beneficien ambos lados, siempre que se respeten los estándares de derechos humanos.
¿Qué medidas tomará el gobierno para reducir la inflación?
Los economistas anticipan que el nuevo mandatario implementará una política monetaria más restrictiva, junto con reformas estructurales en el mercado de alimentos y energía, para contener la inflación que se ubicó en el 7,4 % a finales de 2025.
Juan Pablo Sanchez Mancilla
¡Vaya, quién lo diría! Después de dos décadas de “magia” del MAS, ahora nos toca a un… ¿papa? 🙄✨ ¡Rodrigo Paz, el heredero de los exiliados, que llega con promesas de litio y gas como si fueran caramelos!
¿Alguien más siente que la trama se volvió una telenovela de las que nunca pedimos?