En un movimiento que marca un antes y un después en la descentralización educativa chilena, San Felipe ha comenzado el proceso de transferir 94 establecimientos escolares a la SLEP Aconcagua. La iniciativa, liderada por la directora ejecutiva Carmen Gloria Martínez, busca pasar la gestión de los colegios, liceos y jardines de la administración municipal a un modelo especializado de educación pública local.
¿Qué implica la transferencia a SLEP Aconcagua?
El Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Aconcagua abarca los municipios de San Felipe, Catemu, Llaillay, Panquehue, Putaendo y Santa María. Dentro de su territorio, la transferencia incluye 67 escuelas, 5 liceos bicentenarios y 27 jardines infantiles, lo que representa a cerca de 15 000 estudiantes. El cambio no solo supone una reubicación administrativa, sino también la entrega de un presupuesto que supera los 2.200 millones de pesos para la fase de instalación.
Desde su nombramiento, la ingeniera comercial de la Universidad de Talca, Carmen Gloria Martínez, ha impulsado el lema “Somos todos la educación pública”. Con esa consigna, el equipo de la SLEP ha realizado visitas a 91 de los 94 establecimientos, logrando un avance del 96 % en el plan de vinculación territorial. Estas visitas sirven para presentar al personal docente, a los directores, a los auxiliares y a los centros de padres y apoderados la nueva estructura de gestión, aclarar dudas y recoger propuestas que ayuden a adaptar la oferta educativa a las particularidades de cada comunidad.
El calendario establece que la transferencia oficial se concretará el 1 de enero de 2026. Hasta esa fecha, se espera que cada establecimiento haya recibido los recursos y la capacitación necesarios para operar bajo la nueva figura. En la sesión de rendición pública celebrada en el campus de la Universidad de Playa Ancha en San Felipe, la directora explicó cómo se ha distribuido el presupuesto, qué inversiones se están priorizando y cuál es la propuesta de gasto para 2026, actualmente en revisión.

Retos y expectativas para 2026
El paso de la gestión municipal a la SLEP Aconcagua busca elevar la calidad educativa mediante una administración más autónoma y enfocada en la equidad. Al separar la educación del resto de los servicios municipales, se espera una mayor capacidad de respuesta a las necesidades específicas de cada colegio, liceo o jardín, ya sea en infraestructura, recursos pedagógicos o apoyo a estudiantes en situación de vulnerabilidad.
Uno de los grandes retos será garantizar que la transición no genere brechas en la continuidad académica. Para ello, la SLEP ha puesto en marcha planes de acompañamiento docente, programas de actualización pedagógica y la creación de canales de comunicación directa con los padres de familia. Además, el presupuesto destinado a la fase de instalación incluye fondos para mejoras de infraestructura, lo que podría traducirse en aulas más seguras y espacios de estudio mejor equipados.
Otro aspecto clave será la medición de resultados. La SLEP Aconcagua planifica implementar indicadores de desempeño que permitan comparar el progreso antes y después de la transferencia. Estos datos servirán para ajustar estrategias y asegurar que la reforma tenga un impacto real en los aprendizajes de los estudiantes.
En el panorama nacional, el caso de San Felipe se perfila como un modelo a seguir para otras regiones que contemplan la misma ruta de descentralización. Si la transferencia se ejecuta con éxito, podría sentar un precedente sólido para que la educación pública chilena avance hacia una gestión más cercana a las realidades locales, fomentando la participación activa de la comunidad y mejorando los resultados académicos a largo plazo.
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