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La noche del martes fue de puro espectáculo en el Estadio Nacional. Universidad de Chile necesitaba proteger la ventaja obtenida en el partido de ida y, tras un inicio fulminante, logró cerrar la eliminatoria con un 2-1 que quedará en la memoria de los hinchas.

Desarrollo del encuentro

Todo comenzó cuando Javier Altamirano ya se hacía notar en el mediocampo, pero fue Lucas Assadi quien abrió el marcador al minuto 12. Tras una jugada por la banda izquierda, Miguel Trauco entregó un pase milimétrico que dejó a Assadi cara a cara con la portería y él no desaprovechó la ocasión.

Alianza Lima, sin querer ceder el terreno, presionó en la segunda mitad y buscó el empate con rapidez. Sin embargo, la respuesta del conjunto chileno vino de la mano del propio Altamirano, que a los 58 minutos recibió un centro de Maximiliano Guerrero y, con una ejecución impecable, disparó al fondo de la red. Los comentaristas lo describieron como un "misil", y la afición estalló en elogios.

El gol que cambió el partido

El gol que cambió el partido

El disparo de Altamirano no solo fue potente, sino técnicamente perfecto. Con el ángulo estrecho y la defensa rival cerrada, el joven de 19 años ajustó su cuerpo y logró una curva que dejó sin opción al portero de Alianza Lima. El gol, que se convirtió en el momento clave, dio a Universidad de Chile la ventaja definitiva.

Los peruanos intentaron reaccionar y, a falta de diez minutos, consiguieron descontar gracias a un contraataque. No obstante, el marcador ya estaba sellado y los visitantes alcanzaron apenas el 2-1 final.

Esta victoria no solo mantiene viva la ilusión del club chileno en el torneo continental, sino que también pone de relieve el talento emergente de Altamirano, quien ahora figura como una de las jóvenes promesas más brillantes del fútbol sudamericano.

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